Benvinguda

Desde mis primeras lecturas  supe que el lenguaje humano y sus misterios eran mi pasión.

Bien pronto  encontré en la escritura la vía perfecta para expresar mis reflexiones, para fijar mis recuerdos i para desatar mi creatividad.  Pero las palabras no son solo manchas de tinta. Me nacen del vientre, me surcan las venas, y me salen a la lengua. I es queme chifla saborear su cuerpo resonando en mis oidos… ¡Es al danzarlos al aire cuando los versos se llenan de sentido!

Debido a esta locura palabril, pese a los meandros y desvíos de la vida, no paré hasta formarme como Filoloka. ¡Qué gozada! Desde entonces sigo indagando en las letras y devorando los infinitos cuentos de todos los tiempos.